jueves, 28 de enero de 2010

Bajo Palos - '(A veces) No se puede'

"El fútbol no es una cuestión de vida a muerte, es mucho mas que eso"
(Billy Shankly)


Como dice aquel chiste sobre los vascos, ya habíamos llegado al horizonte y ahora debíamos dar la vuelta. Y es que la primera vuelta de la Liga ya había acabado casi sin darnos cuenta, y era tiempo de hacer un alto en el camino, mirad atrás durante un segundo, pero sobretodo mirad hacia adelante para ver que nos aguardaba.

El Rayo, gracias a la última jornada, mejor dicho, gracias a todos los partidos, se había proclamado campeón de invierno. Con un juego poco trabajado, pero efectivo, encajábamos menos goles que nadie, y anotábamos más que ninguno. De hecho, solo un equipo nos había echo frente, y hoy nos volvíamos a ver las caras. Los rojos venían de dar un fuerte puñetazo sobre la mesa al batir al Vuelve el Estrella. El Carpio había patinado contra el Arroz 3 Delicias. El partido iba a ser seguido por todos los equipos de la Liga. Seguramente, todos estrían a favor del Carpio, pues una victoria nuestra solo dejaría en juego la segunda plaza del campeonato, y una suya abriría la Liga mas que nunca. El partido seria pura dinamita. Tres puntos, mas que la revancha, era lo que perseguiríamos, pero algo no encajaba.

Y digo no encajaba por varios motivos. El primer motivo saltaba a la vista solo entrar en el campo. A poco mas de 15 minutos para en inicio, no contaba mas de 4 compañeros de equipo rojillo, tirando túneles y botando faltas directas. Ellos, podían formar dos equipos distintos sin inmutarse. Luego observe, antes de dirigirme a nuestro Capitán, que Luis, estupendo mediocampista y obrero del fútbol, no estaba. Ha jugado pocos encuentros, pero partido que estaba, partido que empezaba ordenado y acababa ganado. Por ultimo, un hombrecillo vestido de árbitro, parecía estar convencido de que hoy le tocaba a él realizar un penoso arbitraje, cosa, desgraciadamente, frecuente en el Isla de Tabarca... Las primeras impresiones no pintaban bien, pero amigos, el fútbol es mucho más que eso, y cuando el balón empieza a rodar por el artificial césped de esas canchas, las habladurías, estadísticas e ideas previas se van por el desagüe.

Solo con la baja de Felgo, ausente por motivos aun sin justificar, y la llegada en último momento de Ricky, segundo máximo goleador rojo y asesino del área, el árbitro realizaba el pitido inicial. Los primeros minutos, al igual que el partido anterior, y debido a la gran trascendencia, transcurrían con nervios, imprecisiones, malos pases y peores tiros.

Fue un largo pase desde la puerta roja el origen del primero. Balón largo, de los que gusta pescar a nuestros puntas, fue hábilmente rematado por Luigio a la base del poste derecho. El tanto llegaba casi sin merecerlo, pero hizo que tranquilizásemos nuestro juego y nos tomásemos algo más de tiempo para hacer las cosas bien. Tanto debimos tranquilizarnos que las ocasiones se empezaron a suceder por la insistencia del Carpio. La defensa, bastante floja durante todo el partido, y un centro del campo sin un líder, hizo que poco a poco fuéramos regalando terreno. Gran actuación de Kitos en un mano a mano con el delantero rival, que aguanta arriba hasta que en última instancia saca un pie salvador para desbaratar la primera clara del conjunto azulón. Luego, una buena estirada a la izquierda del arco evitaba el empate, pero este no tardaría mucho. Pudimos haber puesto algo más de ventaja en el marcador gracias a Luigio, inexplicablemente fallón en la primera mitad, y el empate no llegaría muy tarde. Fue en un saque directo donde establecieron las tablas. Bien afinada por el rival, el portero veía como le metían un gol imposible, por su palo.

El Rayo en esos momentos era un caos. Nico y Angie poco rigor dieron al centro del campo. Ricky, quizá cansado por le partido que acababa de disputar estaba pasando desapercibido. Willy, cuyo trabajo fue bueno, como siempre, pero no podía soportar el peso de un equipo que no estaba haciendo nada por ganar. En estas llego el segundo. Fuerte disparo desde la izquierda del marco, donde el portero no anduvo acertado al sacar el brazo en lugar del pie. A todo esto se iba sumando los errores de un árbitro manejable, ramplón e incluso me atrevería a decir poco conocedor del reglamento. Fue él, y solo él, quien no quiso ver el gol que, desde un saque de esquina, establecía el 2 a 2. Según su criterio, el balón no superó el umbral del gol que marca la línea blanca bajo los palos. El gol fue más que claro. Además, el partido se le iba escapando poco a poco de las manos al no cortar a tiempo alguna fea entrada, tanto rojilla como azulona.

Fue solo el golazo de Miguel, que caza un balón a la salida de un corner, que bajaba con nieve, y lo coloca en la escuadra el que hacia que nos fuéramos al banco con las ideas un poco confusas. Estábamos haciendo un partido horrible. No parecía que la Liga estaba en nuestras manos. Incluso, por si alguno se le pasó por la cabeza, la idea de revancha también la acepto con tal de poner mas gana a este partido. Y es que hoy no era la tarde de ninguno. Parecía que la mala suerte iba a darnos un bofetón, pero esta vez, a todos y cada uno del equipo. Y así sucedió.

Al poco de empezar la segunda, un segundo gol de falta, un cañonazo, volvía a enfurecer al portero; de nuevo, la falta de visibilidad, unida a un despiste de colocación hacia que por su palo entrara un tanto mas. Parecía que seria la típica tarde donde paras lo difícil y te cuelan lo fácil. Pero gracias a eso, el Rayo se activó y se puso mas serio que nunca. Fue tan incesante el acoso que sufrió la portería azulona, que incluso el potero rival tuvo que ser sustituido por un tremendo choque con Nico. El mal parado fue el otro y rápido fue sustituido por un jugador de cancha que solventó la labor de arquero en los últimos 15 minutos. El asedio era constante, pero la portería se nos hacia pequeña a la hora de chutar y el gol no llegaba. Fruto de esa pasión por marcar, y ganar, vino desencadenada una pequeña reyerta a mitad de campo, después de que Luigio sufriera una entrada por detrás cuando iba a encarar el área. Después de unos empujones y unas voces mas altas que otras, el arbitro decidió mostrar la azul a un rival. Pero me imagino que ya era tarde. Si ya en la primera hubiese puesto orden, quizá no hubiera pasado esto...chi lo sa?

Al final, la batalla se saldo con 3 puntos no conseguidos, cabreo del equipo con Ricky por su actitud, un equipo que se nos volvió a escapar y algo de tristeza al perder y estar tanto tiempo acostumbrados a la victoria, pero, sinceramente, eso no es lo peor.

Lo peor de todo es que a veces, no se puede. Y no solo no se puede siempre ganar, por supuesto, es algo que bien ya sabemos después de 10 años en el equipo. Lo que no se puede es pretender jugar un buen partido y estar mentalizados para jugarnos media Liga comentando a 3 minutos del partido que " que guapo, la que lié anoche...", o uno que llegar tarde y cansado, o el otro que calienta fumándose un piti. No se puede. Y, a veces, no se puede tirar el patapum parriba, y todos a correr. Ya avise en su momento que no siempre nos saldría todo, más cuando jugamos a un fútbol tan directo y vertical. Sin elaboración, donde todo se lo dejamos a nuestros tres puntas. Y es un poco lo que hoy nos ha pasado; que el equipo ha estado el suficiente tiempo desganado para luego hacer las cosas deprisa y corriendo, y así las cosas siempre salen mal. Una pena, pues hoy teníamos una mano cogiendo el trofeo, así que dejémonos de calculadoras y hagamos nuestra Liga, sin importar quien este por arriba, y mucho menos por debajo.

Más información en www.rayitomadrid.com

Bajo

(A veces) No se puede (28-01-10)



"El fútbol no es una cuestión de vida a muerte, es mucho mas que eso"
(Billy Shankly)



Como dice aquel chiste sobre los vascos, ya habíamos llegado al horizonte y ahora debíamos dar la vuelta. Y es que la primera vuelta de la Liga ya había acabado casi sin darnos cuenta, y era tiempo de hacer un alto en el camino, mirad atrás durante un segundo, pero sobretodo mirad hacia adelante para ver que nos aguardaba.

El Rayo, gracias a la última jornada, mejor dicho, gracias a todos los partidos, se había proclamado campeón de invierno. Con un juego poco trabajado, pero efectivo, encajábamos menos goles que nadie, y anotábamos más que ninguno. De hecho, solo un equipo nos había echo frente, y hoy nos volvíamos a ver las caras. Los rojos venían de dar un fuerte puñetazo sobre la mesa al batir al Vuelve el Estrella. El Carpio había patinado contra el Arroz 3 Delicias. El partido iba a ser seguido por todos los equipos de la Liga. Seguramente, todos estrían a favor del Carpio, pues una victoria nuestra solo dejaría en juego la segunda plaza del campeonato, y una suya abriría la Liga mas que nunca. El partido seria pura dinamita. Tres puntos, mas que la revancha, era lo que perseguiríamos, pero algo no encajaba.

Y digo no encajaba por varios motivos. El primer motivo saltaba a la vista solo entrar en el campo. A poco mas de 15 minutos para en inicio, no contaba mas de 4 compañeros de equipo rojillo, tirando túneles y botando faltas directas. Ellos, podían formar dos equipos distintos sin inmutarse. Luego observe, antes de dirigirme a nuestro Capitán, que Luis, estupendo mediocampista y obrero del fútbol, no estaba. Ha jugado pocos encuentros, pero partido que estaba, partido que empezaba ordenado y acababa ganado. Por ultimo, un hombrecillo vestido de árbitro, parecía estar convencido de que hoy le tocaba a él realizar un penoso arbitraje, cosa, desgraciadamente, frecuente en el Isla de Tabarca... Las primeras impresiones no pintaban bien, pero amigos, el fútbol es mucho más que eso, y cuando el balón empieza a rodar por el artificial césped de esas canchas, las habladurías, estadísticas e ideas previas se van por el desagüe.

Solo con la baja de Felgo, ausente por motivos aun sin justificar, y la llegada en último momento de Ricky, segundo máximo goleador rojo y asesino del área, el árbitro realizaba el pitido inicial. Los primeros minutos, al igual que el partido anterior, y debido a la gran trascendencia, transcurrían con nervios, imprecisiones, malos pases y peores tiros.

Fue un largo pase desde la puerta roja el origen del primero. Balón largo, de los que gusta pescar a nuestros puntas, fue hábilmente rematado por Luigio a la base del poste derecho. El tanto llegaba casi sin merecerlo, pero hizo que tranquilizásemos nuestro juego y nos tomásemos algo más de tiempo para hacer las cosas bien. Tanto debimos tranquilizarnos que las ocasiones se empezaron a suceder por la insistencia del Carpio. La defensa, bastante floja durante todo el partido, y un centro del campo sin un líder, hizo que poco a poco fuéramos regalando terreno. Gran actuación de Kitos en un mano a mano con el delantero rival, que aguanta arriba hasta que en última instancia saca un pie salvador para desbaratar la primera clara del conjunto azulón. Luego, una buena estirada a la izquierda del arco evitaba el empate, pero este no tardaría mucho. Pudimos haber puesto algo más de ventaja en el marcador gracias a Luigio, inexplicablemente fallón en la primera mitad, y el empate no llegaría muy tarde. Fue en un saque directo donde establecieron las tablas. Bien afinada por el rival, el portero veía como le metían un gol imposible, por su palo.

El Rayo en esos momentos era un caos. Nico y Angie poco rigor dieron al centro del campo. Ricky, quizá cansado por le partido que acababa de disputar estaba pasando desapercibido. Willy, cuyo trabajo fue bueno, como siempre, pero no podía soportar el peso de un equipo que no estaba haciendo nada por ganar. En estas llego el segundo. Fuerte disparo desde la izquierda del marco, donde el portero no anduvo acertado al sacar el brazo en lugar del pie. A todo esto se iba sumando los errores de un árbitro manejable, ramplón e incluso me atrevería a decir poco conocedor del reglamento. Fue él, y solo él, quien no quiso ver el gol que, desde un saque de esquina, establecía el 2 a 2. Según su criterio, el balón no superó el umbral del gol que marca la línea blanca bajo los palos. El gol fue más que claro. Además, el partido se le iba escapando poco a poco de las manos al no cortar a tiempo alguna fea entrada, tanto rojilla como azulona.

Fue solo el golazo de Miguel, que caza un balón a la salida de un corner, que bajaba con nieve, y lo coloca en la escuadra el que hacia que nos fuéramos al banco con las ideas un poco confusas. Estábamos haciendo un partido horrible. No parecía que la Liga estaba en nuestras manos. Incluso, por si alguno se le pasó por la cabeza, la idea de revancha también la acepto con tal de poner mas gana a este partido. Y es que hoy no era la tarde de ninguno. Parecía que la mala suerte iba a darnos un bofetón, pero esta vez, a todos y cada uno del equipo. Y así sucedió.

Al poco de empezar la segunda, un segundo gol de falta, un cañonazo, volvía a enfurecer al portero; de nuevo, la falta de visibilidad, unida a un despiste de colocación hacia que por su palo entrara un tanto mas. Parecía que seria la típica tarde donde paras lo difícil y te cuelan lo fácil. Pero gracias a eso, el Rayo se activó y se puso mas serio que nunca. Fue tan incesante el acoso que sufrió la portería azulona, que incluso el potero rival tuvo que ser sustituido por un tremendo choque con Nico. El mal parado fue el otro y rápido fue sustituido por un jugador de cancha que solventó la labor de arquero en los últimos 15 minutos. El asedio era constante, pero la portería se nos hacia pequeña a la hora de chutar y el gol no llegaba. Fruto de esa pasión por marcar, y ganar, vino desencadenada una pequeña reyerta a mitad de campo, después de que Luigio sufriera una entrada por detrás cuando iba a encarar el área. Después de unos empujones y unas voces mas altas que otras, el arbitro decidió mostrar la azul a un rival. Pero me imagino que ya era tarde. Si ya en la primera hubiese puesto orden, quizá no hubiera pasado esto...chi lo sa?

Al final, la batalla se saldo con 3 puntos no conseguidos, cabreo del equipo con Ricky por su actitud, un equipo que se nos volvió a escapar y algo de tristeza al perder y estar tanto tiempo acostumbrados a la victoria, pero, sinceramente, eso no es lo peor.

Lo peor de todo es que a veces, no se puede. Y no solo no se puede siempre ganar, por supuesto, es algo que bien ya sabemos después de 10 años en el equipo. Lo que no se puede es pretender jugar un buen partido y estar mentalizados para jugarnos media Liga comentando a 3 minutos del partido que " que guapo, la que lié anoche...", o uno que llegar tarde y cansado, o el otro que calienta fumándose un piti. No se puede. Y, a veces, no se puede tirar el patapum parriba, y todos a correr. Ya avise en su momento que no siempre nos saldría todo, más cuando jugamos a un fútbol tan directo y vertical. Sin elaboración, donde todo se lo dejamos a nuestros tres puntas. Y es un poco lo que hoy nos ha pasado; que el equipo ha estado el suficiente tiempo desganado para luego hacer las cosas deprisa y corriendo, y así las cosas siempre salen mal. Una pena, pues hoy teníamos una mano cogiendo el trofeo, así que dejémonos de calculadoras y hagamos nuestra Liga, sin importar quien este por arriba, y mucho menos por debajo.

jueves, 21 de enero de 2010

Rayito Madrid - Bajo Palos · 'Fútbol Total'




"...è per te, è per te, è per te che io canto per te
ovunque sarai ci sarò non ti lascierò mai
io lo so, io lo so, io lo so sono pazzo di te
tu lo sai, tu lo sai, tu lo sai che io vivo per te..."

(Coro Ultra Napoli )
La cita, la más esperada. El campo, a rebosar. El ambiente, un infierno. El Rayo, el sábado a primera hora de la tarde, afrontaba el que seguramente iba a ser, y es, el partido más importante por ahora de la competición. Y los ojos de los rivales, los candidatos a llevarse la Liga, también estarían fijados en el partido. Un partido que podría definirse como un punto de inflexión. Está bien claro que es una liga bipolar, donde son tres los equipos que se han inscrito para echar una pachanguita entre cerveza y cerveza, más otros dos que, con la estabilidad que premia la mitad de tabla, no parecen aun equipos muy serios y con posibilidades, y otros cuatro, incluido el Rayo, que presentaron sus credenciales al título cuando habían pasado unas pocas jornadas.

Pues bien, hoy el Rayo demostró que esto va muy en serio, y ha dado un puño en la mesa que todos han parecido oir. Hoy se ha convertido en el rival mas temible, en el rival a batir, pero sobretodo, en una apuesta fija para el Titulo que empieza a provocar que los otros rivales empiecen a luchar por la segunda posición, pues la primera ya parece estar adjudicada.

En el campo, de nuevo, contábamos con las bajas de Nacho, Miguel y Felgo. Al parecer todas por motivos académicos. Y de nuevo nuestra defensa se resentía al perder a dos veteranos zagueros que portan el orgullo rojo en lo más profundo de su pecho. Pero los demás estaban todos, y con una motivación extra. Además, y para disfrute del futbol, volvíamos a contar con Luis, perla aragonesa extraída de las minas adyacentes al Ebro y tallada y pulida en Chamartín. Más tarde se hablara de él.

Ellos, el Vuelve el Estrella, solo había ganado un partido menos que nosotros, y realmente nos tenía muchas ganas. Es bien cierto que contaba con bajas importantes, como su mediocampista con el dorsal '10', al cual Luigio y un servidor nos habíamos preocupado en observar algún que otro partido y del que deducíamos que era uno de los mejores de su equipo , si no el mejor... Aun con todo, es un equipo bien organizado, con entrenador, y nuestro último rival a batir antes de girar y empezar la segunda vuelta.

Los diez primeros minutos fue algo así como un combate por el peso pesado entre dos grandes del Boxeo. Nerviosismo, tiros desde fuera y algo de precipitación caracterizaron a los dos equipos. Se estaban tanteando, dirían los expertos en el maravilloso mundo del púgil. Pero en un abrir y cerrar de ojos, todo pareció cambiar. Ricky, atento y sin escrúpulos, se aprovecho de un error en el área para marcar el primero al más puro estilo Torres en la final del Europeo que tuvo lugar en Austria. A partir de ahí, el Rayo jugo más cómodo, más tranquilo gracias al colchón del primer gol, y las ocasiones se fueron sucediendo. De nuevo, y casi sin querer, el portero hacía su tercer gol desde un saque de puerta. Sí amigos, el tercero ya. Los rivales veían como poco a poco el partido se les iba de las manos, y, gracias a una rigurosa expulsión del árbitro sobre Luigio, ellos, en esos 5 minutos que pena la tarjeta azul, renacieron. Llego su primer gol en un rechace despejado por el palo izquierdo al que poco pudo hacer el meta rojo, y poco después y antes de acabar la primera, Iñigo batía, con algún hueso de su flácida pierna, al portero rival a la salida de un saque de banda, estableciendo el 3-1.

El partido estaba siendo bonito, abierto y limpio, propio de dos equipos ganadores que solo piensan en futbol y goles. El descanso fue más que merecido. Ellos quizá estuvieran mas cansados al solo tener un hombre en el banquillo, pero nosotros también contábamos con trasnochadores, eso igualaba la balanza...

La segunda empezó con un ritmo altísimo impuesto por el conjunto Rayista. Crearon más ocasiones si cabe que en la primera, y nuestro futbol fue más directo y vertical. Poco a poco, empezábamos a creer. En ningún momento se echaron atrás defendiendo el resultado, todo lo contrario. Es un campo muy engañoso, donde los goles pueden llegar sin merecerlos, incluso sin buscarlos, y era un partido demasiado importante como para tirarlo de esa forma.

De libro fueron los goles de la segunda. El primero, un contraataque empezado por el portero que atrapa un balón desde el córner, rápido lo juega a Ricky en banda, y este al primer toque le pasa raso a Luigio que corría con su marcaje en la punta del área. El balón aun ascendía mientras se colaba por la escuadra izquierda. Una maravilla. Y no menos bonito por el ser el 5-1 fue un cabezazo, soberbio, de Luigio, con su 1,62m, apoyándose en el aire para cruzar un balón a media altura, dibujando una particular parábola, y que dejaba al portero en una posición semejante a cualquier estatua echa de piedra. Ya estaba hecho. La desesperación se apoderó del rival, ofuscado y tembloroso al ver que no solo se les escapaba la Liga, sino que su rival más directo les estaba vapuleando.

Aun hubo tiempo para que marcasen dos goles más, uno de rechace ante un paradón del portero rojo, y otro, encajado por falta de visibilidad en el área. El 5-3 encaja como una losa después de los 3 pitidos del árbitro. Pero, sin embargo, era engañoso. Primero, porque fueron no una ni dos ni tres, sino cuatro las veces que estallamos balones en el poste rival, y porque los 2 últimos goles habían venido en los últimos 3 minutos. Fuimos claros ganadores y justos vencedores.

El partido nos ha demostrado que tenemos un equipazo. En primer lugar, desde la portería. Enorme partido en cuajado por el meta. Tuvo trabajo que solvento con seguridad y calma. Por alto no perdió ningún balón, anticipándose siempre al rival y saltando fuerte y con la seguridad que solo la experiencia da. Acertado con los pies, contribuyo a dos goles (uno que marcó y otro que puso en bandeja) y paró un disparo a bocajarro que hubiese puesto el 5-4 a poco del final. Gran actuación de una pieza clave en la formación rojilla. Es cuando se le necesita cuando mas aporta. Además, honor especial a Luis, que aun con solo dos partidos en nuestras filas, se ha ganado el puesto con esfuerzo y humildad. Es hora de que la directiva se ponga en contacto muy en serio con el para poder "amarrarlo" para la temporada que viene, pues no serán pocos los conjuntos que se hayan fijado ya en el. Contundente por arriba, rápido en el cruce, sabe sacar el balón jugado, pero sobretodo, es gran lector de los partidos, y eso le da unas decimas de segundo más para sabes aquello que va a ocurrir con el balón, y eso en un defensa es algo innato.

Una vez más, espectacular partido de Willy, amo del juego aéreo. No tocó un balón el césped sin antes haber pasado por su rubia cabeza. Ayudó en la defensa e izo de intermediario entre ésta y la delantera para surtir balones y perlitas que para nada desaprovecharon los delanteros. Es indiscutible lo que este chaval aporta al equipo, y hay muchos que le consideran " el ingeniero" del Rayo.

Y como no, los sicarios del Rayo. Esos que disparan, y luego preguntan. En primer lugar Luigio, que jugó un partido de los que le gustan, exigente y duro, donde solo valen los 3 puntos. Marcó dos golazos, subió y bajó la banda durante todo el encuentro, y no paró de pensar en futbol hasta que no empezó el partido después del nuestro. Y su compañero, Ricky. Seguramente realizó el partido más completo en lo que va de Liga. Y cuando, cansado y sudado como un minero recién subido a la luz, tuve que creerle cuando me dijo " hoy he currado, eh Kitos?". Es muy cierto. Por una vez, él contribuyo al trabajo sucio que es el defender, bajando hasta la medular, ayudando en los córners, siguiendo a su rival cuando este subía. Un gol y una asistencia para el joven del Rayo, único, indispensable, matador. Ricky se desvirgó en cuanto a ser un jugador total. Que defiende y crea. Que chuta y toca. Que persigue y manda. Y es él quien ejemplifica lo que ahora somos, o por lo menos, quienes nos hemos convertido, en un equipo total, que hemos crecido limando lo que peor llevábamos y aumentando en nuestras mejores facetas. Así estamos en cabeza de tabla, con humildad, con trabajo, con amor en lo que hacemos. Rayo, vivo por ti.

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domingo, 10 de enero de 2010

Rayito Madrid - Bajo Palos · La Nevera


“La única verdad es ganar. ‘Lo importante es competir’ es una frase hecha para los otarios y creada por los perdedores”.
Osvaldo Zubeldía

Soy de la opinión que cree que un fin de semana sin fútbol es mucho. Se te hace mas largo de lo habitual, al no tener la referencia que indica que el sábado jugaras, y es eso lo que en parte marca el punto de referencia del sábado o del domingo. Sin esa cita, sin ese evento, me siento desubicado en los días de descanso semanal. Ni que decir tiene lo lentos y pesados que se me han hecho estos 20 días sin disfrutar del equipo de mis sueños. ¡Bendita locura!

Y es cierto, por que cuando llevas mucho tiempo sin saborear algo, al probarlo mas tarde, su sabor parece haberse potenciado al máximo de los exponentes. Un año mas, este 2010 que apenas se esta desperezando, el Rayo se mantiene mas fresco y vivo que nunca. Aunque a veces las condiciones para practicar el deporte de origen ingles no sean las mejores.

Eran pocos los grados que se habían quedado estancados en el campo de Tabarca a eso de las 18:00, momento en el cual el Rayo abría su regalo de Reyes con unos días de retraso, el poder juntarnos con una idea en la mente: ganar. Muchas eran las bajas de los rojillos, y, por una vez, solo dos pulmones esperaban en el banquillo para refrescar otros tantos en estado de saturación. Nacho, por motivos académicos, Nico, de viaje a tierras castellanas, Pepo, aun afincado en el Norte peninsular e Iñigo, que al parecer le sonrió la suerte la noche anterior, eran nuestras bajas. Lo peor es que estas demarcaciones no eran equitativas en nuestro juego, ya que la posición de defensa era la que mas se resentía, ya que dejaban a Miguel huérfano de ambos padres en la zaga roja. Aunque ello no pareció importarle a nuestro defensa, que cuajo un excelente partido.


Gris y aburrida fue la primera parte. Un rayo desconocido y fallón dejo pasar los minutos hasta que el árbitro pito para un descanso que en absoluto nos merecíamos. El marcador reflejaba un 1-3 que ninguno de los dos equipos se merecían. Ellos, un conjunto de amigos que tenían la misma pinta de futbolistas como Ricky de componente del Ballet de Moscú. Nosotros, dormidos y apáticos, habíamos conseguido los 3 goles de una forma racana y poco trabajada. El primero, con una falta de Luigio sobre el portero rival; no se puede decir que por una clara obstrucción, pero que si el arbitro la pita tampoco pasa nada...El segundo, ante la pasividad de la defensa a poco mas de 2 metros sobre la línea de gol, y un tercero, marca de la casa (Pérez de Miguel ), el mas rastrero y abubilla (pájaro agradable a la vista, pero de olor fétido y canto monótono) que el equipo rojo ha conocido, que acabo trasformando Willy.

El quipo contrario, el Fu Mahou, haciendo honor a su nombre, no estaba haciendo mucho por ganar, pero el Rayo aun menos; no daba la impresión que fuéramos un equipo vencedor, que opta al titulo y que cuenta en la tabla clasificatoria con el máximo de los goles a favor y el mínimo encajado. Y es esa actitud la que, a mi por lo menos, me empieza a preocupar.

Después del parón que tuvimos allá por diciembre, debido a la jornada de descanso, sumada a los días donde celebramos nuestra no siempre cumplida constitución española ( ... ) hemos tenido la gran suerte de jugar contra los tres equipos colistas de la tabla. Y es cierto, hemos promediado un buen número de goles y hemos obtenido nueve de nueve puntos. Pero creo que el juego ha decaído. Somos goleadores, pero cada día menos futbolistas. Y ahora nos vienen dos equipos que van a marcar el devenir del Rayo este año. Dos equipos serios, competitivos, que llevan muchas jornadas esperando este encuentro y del que yo saco una conclusión: ganara el quipo que más se crea que puede ganar. Estamos los tres casi con las mismas condiciones en la tabla, pero es cierto que nuestros dos últimos encuentros para cerrar la primera vuelta sean seguramente los más complicados, ese será nuestro handicup.

Es absolutamente necesario que despertemos de este largo mes de hibernación que nos hemos chupao y que empecemos a mentalizarnos para lo que ahora nos viene. Creo sinceramente que nuestro papel en esta liga puede ser el de protagonista. Pero no olvidad que los secundarios también optan al Oscar de la Academia. No me importa ser el amigo del bueno de la película, o el que muere en la ultima escena salvando a la chica, pero quiero que mi muerte sea con honor, con valor y con entrega. Como la buena carne, ha de ser sacada de la nevera un rato antes para que esta coja mas sabor al ser cocinada. Hagamos lo mismo. Preparémonos para dar nuestra mejor versión y sacar el potencial que llevamos dentro, que creedme, es mucho.

Lo que vino después del encuentro, después de estos párrafos, parece importar poco. El rayo al final gano cómodamente, pero es uno de estos resultados que engañan. Parece que fuimos constantes al marcar y que todo se nos puso cuesta abajo desde muy temprano. Estuvimos cerca de un cuarto de hora con un 2-4, a mi juicio engañoso. Un gol les mete en el partido, uno a nuestro favor les saca. Y ocurrió. Después del 2-5 ellos desconectaron y marcamos otros dos tantos casi por inercia, sin querer. Genial partido de Miguel, muy contundente en la defensa y supo corregir mis indecisiones en las salidas. También buen partido de Willy, que aun algo fallón en sus remates de cabeza, su debilidad, izo una labor soberbia en el medio del campo y ayudo a Felgo en su banda en tareas defensivas. Ángel, algo precipitado en sus acciones, y los tres puntas, con un Ricky mas chupón de lo habitual, completan la sexta victoria seguida de la maquina roja. Os espero el próximo sábado, esto va en serio.
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